VERSÍCULO DEL DÍA DE HOY
Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
Tu diestra me sustentó,
Y tu benignidad me ha engrandecido.
Ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y mis pies no han resbalado.
Salmo 18:35-36
PALABRA DE DIOS PARA HOY
El Rey David nos dejó muchas enseñanzas sobre lo que podemos hacer cuando nos estamos bajo ataque del enemigo a través de las personas. Nos dio a entender que lo primero que debemos hacer es orar y pedirle a Dios su fortaleza y su estabilidad. Por lo general, es lo último que hacemos, la misma opresión hace que se nos olvide levantar clamor antes de cualquier movimiento. Lamentablemente el hombre, por instinto busca contraatacar. Muchos buscan la venganza o desarrollamos un resentimiento en contra de aquel que nos hace la vida miserable.
Detallemos que David solicitaba liberación y vindicación en el nombre de Dios y en su Poder.
Tengamos siempre presente los atributos de Dios y enfoquemos en su Poder, en su omnipotencia y soberanía. Cuando nos ataquen, no elucubremos, no pensemos con la mente carnal, pensemos en el poder limitado que tienen nuestros enemigos cuyas acciones proceden de la maldad.
Entreguemos nuestras causas a Dios, y veremos como todo tiene una solución, a nuestro favor.
Escucha con atención la palabra de esta mañana, y ora junto a nosotros.
Esteban Correa.-
Estamos para bendecirte.