El Señor sabe todo lo que te ocurre, no puedes ocultarle nada, por mucho que desees encubrir a personas que amas, y sabes que te hacen daño; Dios está allí mirando todo y dispuesto a escuchar tu clamor.
Cuando llevas una vida, de sinceridad y honestidad ante Él, puedes gozar del beneficio de su ayuda.
Reflexiona junto a nosotros, en el comentario que he preparado para ti, con el salmo 3.
Bendiciones.-
Esteban Correa.