Salmos 7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Plegaria pidiendo vindicación
Sigaión que David cantó al Señor por lo que dijo Cus hijo de Benjamín.
1 Señor, mi Dios, en ti confío;
¡ponme a salvo de los que me persiguen!
2 ¡No permitas que, como leones, me desgarren;
que me destrocen sin que nadie me defienda!
3 Señor, mi Dios, ¿qué mal he cometido?
¿Acaso hay maldad en mis manos?
4 ¿Acaso les he pagado mal a mis aliados
dejando sin más en libertad a nuestros adversarios?
5 Si es así, ¡que el enemigo me persiga!
¡Que me alcance y me haga rodar por tierra!
¡Que ponga mi honor por los suelos!
6 Señor, ¡levántate, y en tu furor
enfréntate a la furia de mis adversarios!
¡Despierta, y dicta tu sentencia en mi favor!
7 Rodeado entonces de todas las naciones,
reinarás sobre ellas desde el alto cielo.
8 Tú, Señor, que juzgas a las naciones,
júzgame como corresponde a tu justicia,
y de acuerdo con mi integridad.
9 Pon fin a la maldad de los perversos,
pero mantén firme al hombre honrado,
pues tú eres un Dios justo
que examina el corazón y la mente.
10 Dios es mi escudo;
él salva a los rectos de corazón.
11 Dios es un juez justo,
siempre enojado con la gente malvada.
12 Listos tiene el arco y la espada
para actuar contra ellos, si no se arrepienten.
13 Listas tiene también armas mortales;
¡ya ha preparado ardientes saetas!
14 El malvado concibe hacer el mal;
tan preñado está de maldad
que de él nace la mentira.
15 Ha cavado un pozo muy profundo,
y en ese mismo pozo caerá.
16 Su maldad se volverá contra él;
sus agravios recaerán sobre él mismo.
17 ¡Yo alabaré al Señor por su justicia!
¡Cantaré salmos al nombre del Dios altísimo!
Ahora veremos un comentario devocional del salmo 7, escrito por Esteban Correa
Versículo 1
La palabra Sigaión es utilizada para describir la meditación o pensamientos de David respecto a esta situación. Cus es un enemigo de David, aunque no se aclara, era seguramente alguien que estaba del lado de Saúl cuando éste le tenía envidia y decidió perseguirlo.
Ante estas situaciones de ensañamiento contra la vida de David, vemos como el salmo comienza con una contundente declaración “Señor en ti confío”, aunque parece una frase simple en los salmos, involucra una profunda fe y compromiso en aferrarse a Dios.
Muchas personas son creyentes hasta que su fe es probada, no pueden aferrarse a Dios en una prueba, porque les parece que es demasiado riesgo ponerse a confiar en Dios, piensan que Dios no intervendrá en nada, que es algo tan abstracto que les parece irreal ponerse a confiar en alguien que no ven, y que por supuesto no entienden. Solo aquellos que hayan tenido un encuentro con Dios, que han sido llenos del Espíritu, saben de la importancia de aferrarse al Señor en momentos difíciles.
Es como que la incredulidad se pone de manifiesto rápidamente cuando estamos en peligro. Pero aquí David nos muestra todo lo contrario. Su primera reacción en su pensamiento es confiar en Dios.
Debemos quitar toda superficialidad en nuestra fe, la verdadera fe es como una raíz que está arraigada y que se sostiene fuertemente. Jesús lo explicó en la parábola del sembrador, cuando mostró diferentes partes donde la semilla cae, lo que representa los corazones, y esa semilla reacciona diferente en cada uno, en esta parábola Jesús nos muestra como es una fe de corta duración, no tiene raíces firmes, son aquellos que se comparan a una semilla que es sembrada en tierra rocosa, En Mateo 13:20-21 en la versión Nueva Traducción Viviente, dice así:
“Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y de inmediato lo reciben con alegría; pero, como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen”.
Este salmo es una ayuda para los momentos difíciles, que es donde debemos ser firmes en la fe y así crecerá y será cada vez más fuerte.
Versículo 2
Aquí se usa la comparación con un León que quiere destruir y devorar, así sentía David el ataque de sus enemigos, y no es casualidad que haya puesto al León como ejemplo, ya que en el nuevo testamento se nos muestra que Satanás es como un “León rugiente buscando a quién devorar”.
Nuestros enemigos han sido puestos bajo nuestros pies, porque Jesús ha pagado el precio de nuestra liberación y justificación, por esto, al permanecer en Cristo, somos más que vencedores, ya que mayor es el que está con nosotros que el que está en el mundo. El Señor nos protege del León rugiente.
Esta es una oración defensiva contra los ataques del maligno. David llevaba consigo el plan de Dios, y por eso tenía oposición. Siempre el diablo utiliza a ciertas personas de nuestro entorno para desanimarnos. Cuando estamos siguiendo el plan de Dios, tendremos distintas oposiciones, pero el Señor llevará a cabo su plan, si permanecemos firmes en la confianza.
Versículos 3 al 5
David sabía que la acusación en su contra era falsa e injusta, por eso hace esta oración en el versículo tres, asegurando su integridad e inocencia.
Cuando hacemos lo correcto podemos orar a Dios seguros, sabiendo que no dejará nada impune.
David incluso había sido compasivo con sus enemigos, había dejado en libertad a sus adversarios, esto no muestra lo que dice el nuevo testamento en Romanos 12:17-21, que no paguemos mal por mal, sino que hagamos bien a los que nos hacen el mal y seremos recompensados. David utilizó también su buena actitud para proclamar su inocencia.
Solo la seguridad de la inocencia nos hace hacer este tipo de oraciones, así siempre podemos orar con fuerza y seguridad en contra de la injusticia.
Versículo 6
Aunque sabemos que Dios nunca duerme, David hace una oración diciendo: “Levántate y despierta en mi favor”. Si bien Dios todo lo sabe, entendemos que solo se mueve de acuerdo a la fe y a la oración de sus hijos, por eso debemos clamar como hizo David: “¡Señor levántate y hazme justicia ante la adversidad!”. Dios se mueve cuando le creemos.
Versículo 7 y 8
Aquí se muestra un panorama global de Dios como juez de las naciones, puede ser también profético, ya que un día las naciones serán juzgadas. David hace un paralelismo en su petición, para que así como Dios es juez sobre todas las naciones, también lo sea sobre su caso para hacerle justicia.
Versículo 9
Podemos alabar a Dios por ser justo y honrado, que hace justicia y pone fin al perverso, ya que su naturaleza es ser justo con todos.
El Señor dará su merecido a todo aquel que permanezca en la maldad sin arrepentimiento y protegerá al justo. Podemos usar esta forma también para orar y adorar a Dios con nuestras palabras.
Versículo 10
Cuando tenemos persecusión, podemos poner la confianza en Dios como nuestro escudo y protección, porque Él mirá la rectitud del corazón sobre todas las cosas y es escudo a los que en Él confían.
Versículo 11 al 13
Tanto en el nuevo como en el antiguo testamento podemos ver que Dios espera el arrepentimiento de los que permanecen en maldad, pero si el arrepentimiento no sucede, no puede dejar de ser justo, tendrá que pagar a cada uno como corresponda.
La misericordia de Dios está clara a lo largo de los salmos y toda la biblia, Dios espera arrepentimiento, es grande en paciencia y tarda en enojarse, pero la biblia también enseña el justo juicio de Dios sobre aquellos que no deciden arrepentirse de su maldad.
David usa simbología en el versículo 12 y 13 donde describe armas de ataque en manos de Dios contra el impío, como la espada, el arco y saetas ardientes para ejecutar su juicio. El Señor se encuentra preparando todo para dar recompensa a cada uno según lo que haya hecho.
Versículos 14 al 16
El malvado concibe maldad y comienza a llenarse de maldad y mentira, esta maldad se va desarrollando en Él como un embrión.
Toda semilla de maldad debe ser eliminada de nuestra vida, las semillas de maldad son ideas y planes carnales y perversos.
Así como hay corazones que son tierra buena y fértil para la palabra de Dios, también hay corazones que lo son para ser preñados por la maldad.
En Juan 8:37 Jesús les habló a aquellos que no recibían su mensaje y les dijo que en sus corazones no había cabida para su mensaje.
Cuando un corazón rechaza sistemáticamente la palabra de Dios, puede que le de cabida a las semillas de maldad, que son maquinaciones y planes de destrucción.
David gráfica la obra de los malvados e impíos comparándolos con la concepción, pero el malvado cosechará todo lo que ha sembrado, el verso 15 y 16 lo dice así:
“Ha cavado un pozo muy profundo, y en ese mismo pozo caerá. Su maldad se volverá contra él; sus agravios recaerá sobre él mismo”.
El versículo gráfica la siembra y la cosecha de los actos de los hombres. Algo de lo que siempre debemos ser conscientes para obrar con cordura, prudencia y justicia.
Versículo 17
La alabanza a la justicia de Dios es la declaración de la batalla ganada. El Señor es Justo y hará justicia, nuestra vida de adoración nos dará el poder, la fuerza y la respuesta de Dios para ser libres, la alabanza sincera nos llena de comunión con el Señor y del poder del Espíritu Santo para vencer todo pecado y atadura.
Hagamos ahora juntos una oración basada en el Salmo 7
“Dios mío defiéndeme de los que me atacan injustamente, guárdame de todos aquellos que me quieren destruir, no permitas que se vuelvan contra mí”
“Que toda palabra injusta contra mi vida sea avergonzada, derriba Señor al enemigo que quiere maquinar planes de mentira para hacerme caer.
“Que tu poder destruya los planes del diablo contra mi”
“Levántate en mi vida Señor para hacerme justicia, porque te busco y quiero hacer tu voluntad”.
“Soy limpio y perdonado por la sangre de Cristo, soy una nueva creación, por eso ahora en tu amor y justicia me harás ver mi liberación a todo problema”
“Tu eres un Dios justo, que juzgarás al mundo y las naciones, por eso confío en ti, porque también juzgarás a todos aquellos que me hacen el mal. En tus manos encomiendo mi causa”
“Señor mi Dios te alabaré desde ahora y para siempre, mis labios proclaman tu justicia y tu verdad y que honras a los justos, tu me das vida y libertad”
“Pido, creo y recibo todo esto en el nombre poderoso de Jesús. Amén”