Seguir a Jesús es el cimiento que te mantiene firme, por lo tanto, tu casa estará segura bajo la protección de Dios. Y aunque vengan vientos e inundaciones y golpeen contra tu casa, no será derribada, porque Cristo es la roca firme que la sostiene.
En Mateo 7:24-28 (DHH) Jesús dijo: “Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca. Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!”.
Este texto nos dice que seguir a Jesús, poniéndolo en primer lugar y obedeciendo sus palabras de todo corazón es la más grande ventaja y protección que podamos tener en este mundo. La expresión “la casa” se refiere a todo lo que involucra la vida cotidiana, los problemas del país, las crisis, y cualquier otra clase de mal que quiera pasar cerca nuestro, éstos no nos afectarán, porque nuestro cimiento es el más firme y seguro que pueda existir. Mantén a Dios como tu prioridad de vida en todo tiempo, y vivirás bajo la cobertura del reino de Dios. Llena cada día tu boca de la palabra de Dios y obedece sus consejos. Que tu vocabulario y forma de pensar sea siempre conforme a lo que dice el Señor.
Hagamos juntos esta oración:
“Dios mío tú eres la prioridad en mi vida, me comprometo a llenarme de tus palabras y obedecerlas. Declaro que mi casa está firme porque Cristo es mi cimiento y protección. Nada podrá derribarme, lo declaro en el nombre de Jesús. Amén”