No vaya por ahí buscando consejo de cualquiera. Ore primero, preguntándole al Señor si es Su voluntad ir con otro ser humano por consejo o si desea aconsejarlo a usted Él mismo. En mi vida he tenido muchos, muchos problemas, y no he ido con alguien már por un consejo a excepción de una vez. En esa ocasión visité a una dama en el ministerio que había abusado de sí misma. No intento desacreditarla, pero no estaba en posición de ayudarme. I no era su culpa; ella simplemente no fue ungida por el Señor para hacerlo.
Dios no está obligado a ungir a quien no lo ha llamado. Por lo que algunas veces corremos hacia otras personas sin seguir la guía y liderazgo del Espíritu Santo, y nunca soporta el bien, el fruto duradero. Cuando esté en probelmas, vaya al trono antes que al teléfono. Y no estoy sugiriendo que está mal buscar consejo. Estoy sugiriendo que ore y permita que al Señor dirigirle y guiarle a través del Espíritu Santo. Permítale que sea el verdadero consejero para usted. Sólo por que una persona haya vivido lo que usted está viviendo, o sea un amigo cercano, no significa que le den el consejo correcto para usted. Por lo que repido, ¡Ore!