VERSÍCULO DEL DÍA
La muerte me envolvió en sus cuerdas; los terrores de la tumba se apoderaron de mí. Lo único que veía era dificultad y dolor. Entonces invoqué el nombre del Señor: «¡Señor, por favor, sálvame!». ¡Qué bondadoso es el Señor! ¡Qué bueno es él! ¡Tan misericordioso, este Dios nuestro! El Señor protege a los que tienen fe como de un niño; estuve frente a la muerte, y él me salvó.
Salmos 116:3-6
PALABRA DE DIOS PARA HOY
Si te has sentido solo, sola, desanimado, desanimada, recuerda que puedes llamar al Nombre del Señor y Él te responderá. Él te protege y te da fuerzas para superar cualquier obstáculo. Recuerda que, aunque las circunstancias pueden cambiar, Dios nunca cambia y siempre estará allí para ti